Me gustaría hablar de muchos más. A alguno quizá sólo citarlo por algún logro destacable (me acuerdo ahora de la clasificación del Racing de Santander a la UEFA de la mano de Marcelino o la campaña que está haciendo el Mallorca dirigido por Gregorio Manzano) pero en esta ocasión me apetede hablar en estos días de Quique Sánchez Flores. Y me gustaría recalcar lo de “en estos días” porque hacerlo más adelante cuando se decidan los títulos sería mucho más fácil.
Antes de hablar de él, decir que soy de los que opinan que muchas veces son los jugadores los que hacen buenos a los entrenadores. No me refiero al hecho de contar con los mejores, sino a que éstos trabajen y estén implicados con el proyecto. Para que un equipo logre los objetivos mínimos, y en ocasiones objetivos mayores se hace imprescindible el trabajo y compromiso tanto del entrenador como de los jugadores. Ya para acabar con esta reflexión sobre los entrenadores, que no era el tema principal que iba a tratar, decir que desde mi punto de vista son muchos los entrenadores que cuentan con alguno borrón o alguna destitución y no por ello tiene que implicar que son peores entrenadores.
Quique Sánchez Flores inició su carrera haciéndose cargo de uno de los equipos juveniles del Real Madrid en la temporada 2003-2004, para dar el salto un año más tarde a Primera División con el recién ascendido Getafe, consiguiendo la salvación sin apuros y alcanzando los octavos de final de la Copa del Rey.
Del Getafe pasó a entrenar al Valencia durante dos temporadas y una tercera en la que fue destituido. No tuvo malos resultados ya que en las dos primeras campañas logró clasificar al equipo para la Liga de Campeones. Quique nunca gozó del respaldo del público y cuando los resultados no acompañaron fue destituido en Octubre de 2007.
En Mayo de2 008 firmó un contrato de 2 años por el Benfica portugués, pero al finalizar la primera campaña y pese a ganar la Copa pone punto y final a su andadura de mutuo a cuerdo con el equipo luso.
Finalmente, y será en la etapa que me centraré a finales de Octubre de 2009 firma por el Atlético de Madrid sustituyendo a Abel Resino debutando en Marbella en el partido de ida de los dieciseisavos de la Copa del Rey.
Se podría definir a Quiqui como un entrenador metódico, al que no le gusta improvisar y por la forma en que se expresa y se puede ver en sus equipos es un apasionado del trabajo táctico y también de las jugadas a balón parado. Aunque este año, en éste último apartado se ha visto obligado a darle más importancia a las jugadas de estrategia defensivas antes que a las ofensivas.
A la mente me vienen el gol de Xabi Alonso en el último derbi en el que remata en el segundo palo, jugada sobre la que había insistido en la última sesión de entrenamiento, o el gol encajado en la visita a Villareal, gol que marca Godín en un córner y del que tenía que encargarse Domínguez y a Quique a pesar de ser uno de los jugadores más seguros de la defensa rojiblanca no le tembló el pulso para cambiarlo mediada la primera parte minutos después de encajar el gol.
Recuerdo un detalle que me llamó especial atención y fue un día en el que en la rueda de prensa posterior a un partido Quique se lamentaba de haber encajado un gol tras un saque de banda a favor y diciendo irónicamente que también iban a tener que entrenarlas.
Suele moverse entre el 4-4-2 y el 4-4-1-1 variación ésta que aparece si se decide por jugar con un solo delantero y un segundo punta que en ese caso acostumbra a ser Jurado. Los jugadores de las bandas suelen actuar como extremos y no como interiores.
Parece Quique un técnico disciplinado y de hecho ya ha tenido varias discusiones con alguno de sus futbolistas y no le ha temblado el pulso, tanto a nivel individual, como en algún caso a nivel colectivo después de alguna derrota o un mal partido, como un día que tras perder y la charla inicial del entrenamiento los llevo a correr por los montes nevados.
Me parece muy meritoria la temporada que ha hecho Quique gane ninguno, uno o dos títulos. Cogió a un equipo que coqueteaba con el descenso y estaba prácticamente eliminado en Champions y tenía la tarea de recuperarlo anímicamente y deportivamente en Liga y luchar por la Copa del Rey.
Es destacable pues el trabajo que ha desempeñado Quique Sánchez Flores y que se ha reflejado en el terreno de juego y más aún si tenemos en cuenta que el Atlético de Madrid lleva la friolera de 57 partidos, siendo el que más disputó, superando en 3 al Barcelona y tiene una plantilla algo corta.
Siete meses después del debut en Marbella nos encontramos con que el equipo aspira a ganar dos títulos aunque se haya despistado en la Liga , ha recuperado a un jugador como Reyes, ha sacado dos jugadores de la cantera como son el central Domínguez y el portero De Gea y en menor medida el delantero Ibra. Y lo que es más importante ha recuperado la ilusión de una afición, que se había olvidado lo que era luchar por títulos y disputar finales.
Así las cosas, yo creo que no deberían dejar escapar a este entrenador (quizás ambas partes estén esperando a ver como acaba la temporada y para que tampoco pueda ser un hecho que despiste a la plantilla o al propio entrenador) porque otro año más empezar un nuevo proyecto me parecería una idea de lo más equivocada, ya que ahora mismo lo reúne todo, tiene el beneplácito de la afición y del grupo de jugadores.
Los conoce a ellos y ellos lo conocen a él, así que manteniendo la base de este año con alguna incorporación de nivel, habría equipo para que la afición continuara soñando.
¿Qué os parece Quique?¿Creeis que debe seguir en el Atletico? Si no es asi,¿por quien os decantaríais?
