Han pasado ya algunas semanas
desde que los equipos han empezado sus entrenamientos. Los niños empiezan las
clases y los días comienzan a ser más cortos. Lo mejor, es que llega el momento
de empezar a competir. Empiezan las Ligas y jugadores y entrenadores quien más
quien menos se marca unos objetivos y para lograrlos será importante empezar
con buen pie.
Para ello, tan importante como la
preparación física, la coordinación de movimientos entre los jugadores o las
jugadas a balón parado será tomar una
serie de decisiones en cuanto a algunos aspectos que pueden tener incidencia en
el funcionamiento del grupo lo que resta
de temporada.
Hablaré principalmente de tres aspectos
como son acertar en la forma de elección del capitán y/o la elección del mismo,
dotar al equipo de una serie de normas a seguir o realizar una reunión con los padres
a principio de temporada. Todas ellas pueden ser medidas que faciliten algunas
situaciones y beneficien tanto a la convivencia como a los resultados del
equipo.
Como en otras ocasiones que he
tocado el tema del futbol base debemos partir de que la forma de actuar puede
ser distinta en función de la edad o en esta ocasión en los casos que planteo
también dependerá de si ya conocemos o no al grupo de jugadores.
En cuanto a la elección del
capitán puede hacerse de muchas maneras pero no es una decisión que se deba
tomar a la ligera. El momento de la elección es una buena ocasión para
explicarles la importancia de esta figura que conlleva más obligaciones que privilegios.
En función de la edad puede ser el encargado de dirigir el calentamiento, en
ocasiones un ejemplo, ejercer de líder en el campo o de nexo con el entrenador.
Podemos ser nosotros los que lo decidamos o dejarlo a su elección mediante una
votación corriendo el riesgo de que nos pueda salir cualquiera. Para tratar de
evitar esto podemos decidir limitar los posibles candidatos. Si por algún
motivo decidimos ser nosotros los que lo elegimos podemos tener en cuenta que
puede ser una forma de transmitirle nuestra confianza a un jugador desde el
primer día.
En cuanto a la posibilidad de
redactar una serie de normas o “decálogo” me parece una acción interesante y
que debería llevarse en casi todos los equipos y en los más jóvenes aunque no
se redactasen sí deberíamos irles inculcando una serie de valores y explicando
lo que se puede y no se puede hacer. Esta será una forma de tener un grupo con
un mínimo de disciplina y que transmita una imagen de equipo y de seriedad.
Aspectos como la puntualidad tanto en entrenamientos o partidos, el avisar si
no se puede acudir por algún motivo o algún tipo de incidente ya sea con
compañeros o rivales serían algunas de las que no deberían faltar en cualquier
documento de este tipo. Eso sí no sirve sólo con redactarlas, sino que después
habrá que preocuparse de que se cumplan y si no fuera así, nos encargaremos de
imponer el “castigo” (suplencia, no convocatoria o algún tipo de multa)
independientemente del jugador que lo incumpliera.
Y finalmente la posibilidad de
realizar una reunión con los padres lo planteo como algo positivo y de la que
se puede extraer mucha información. Probablemente sea algo común en muchos
equipos, pero si lo comento entre otras cosas es porque en el club en el que
entreno no existe esta costumbre. Quizá sea más fácil de comprender lo
interesante de esta acción si comprendemos que uno de los mayores problemas del
futbol base son los padres y si nos paramos a pensar el número de horas que
pasaremos con ellos. Poner encima de la mesa desde el principio los objetivos y
forma de actuar por parte del entrenador puede evitar de esta forma futuros
malosentendidos. Además también puede servir para conocer mejor a los niños o
datos de interés como puede ser la situación académica o posibles situaciones
en el seno de la familia ( por mi
experiencia personal me parece que puede ser interesante el conocer si los
padres de un niño están separados y así ya estar en preaviso ante posibles
situaciones). Por supuesto también se les puede informar de esas normas a
seguir para que sean conscientes ellos también de lo que supondría una
impuntualidad o una ausencia injustificada.
Finalizo así esta pequeña
reflexión acerca de estos aspectos que me parecen interesantes a tener en
cuenta para empezar con buen pie y afrontar en las mejores condiciones el
desarrollo de la temporada. Quiero aprovechar también para invitaros a
compartir vuestras experiencias porque creo que podemos aprender y
enriquecernos los unos de los otros bien en forma de comentario o también
podéis hacerlo vía twitter.