Hoy he comprado un libro. Sería
noticia si no fuera de temática futbolera. Pero ni ha sido una compra
cualquiera ni creo que pase a ser un libro más de mi pequeña pero cada vez más
grande biblioteca futbolera. Estaba claro que tarde o temprano iba a caer en
mis manos. Se trata de “Fútbol. Mi filosofía”, el último texto de Johan Cruyff.
Resulta que cuando estaba en la
caja e iba a pagar el librero me ha dicho “un dos mellores xogadores e
entrenadores”. Con semejante comentario fue inevitable que le intentara tirar de
la lengua y tratar de escucharlo hablar. “ Ese Mundial tivo que gañalo Holanda,
todos íamos con Holanda” “Tamén o de Arxentina
pero ese tiña que quedar na casa”“Lémbrome dun partido que golearon o
Madrid,estaba eu en Ferrol facendo o servicio” “Vaia xogador,o mellor que vin”.
Fueron algunas de las frases que pronunció y aunque la verdad ninguna me
descubrió nada nuevo y pude mantener el hilo de la conversación, sirvió para
darme cuenta de lo que significó El Flaco para el mundo del fútbol y como
permanece en el recuerdo de muchos aficionados del fútbol sin importar los
colores. Este librero anónimo se declaró seguidor del Celta pero por sus
palabras pude intuir que se acercaba más al color blanco que al azulgrana.
Johan Cruyff forma parte de ese
reducido grupo de jugadores y equipos a los que me habría gustado poder
disfrutar. Su capacidad para moverse siendo importante en cualquier zona del
campo, sus arrancadas, su forma de mandar en el campo, sus duelos con
Beckenbauer. Y por supuesto como de él hablado mucha gente hay anécdotas y
anécdotas. Una de las que me parece más curiosa es como ha contado Valdano, en
la única ocasión en que se enfrentaron y en una muestra más de cómo manejaba
todas las situaciones del juego, el árbitro señaló una falta y Cruff como en
muchas ocasiones se puso el balón debajo del brazo. En ese momento Valdano se le acerca y le dice que se quede con el balón y les deje otro a los demás, que también tienen derecho a jugar. Cruyff le mira con misericordia y le pregunta la edad. Cuando el argentino le contesta que 21 años, el holandés le dice: " A Johan Cruyff con veintiún años se le trata de usted". Habla mucho de lo que representa cuando a Valdano se le escucha contarlo con cierta admiración.
Por suerte aunque fuera con una
edad en la que aún no veía el fútbol como lo veo ahora o lo podía haber hace
unos años, sí que pude disfrutarlo como entrenador. Quizá sea la primera
ocasión en que por estos barrios me declare aficionado al Barcelona, pero es
que probablemente haya sido Johan uno de los grandes culpables junto con el
genio de Stoichkov los pases imposibles y las “primeras croquetas” de Laudrup y
los mísiles de Koeman.
Luego ya llegó Romario, el 5-0,
la derrota por 4-0 en Atenas….y se fue Cruyff. Bueno más bien Cruyff nunca se
fue y es esto lo que cada vez lo hace mejor entrenador porque si el Barcelona
es lo que es, en gran parte es gracias a él, bueno y a Rinus Michels (ahí
empezó todo) y a Rikjaard y todos esos que siguieron creyendo en un modelo y
estilo de juego.
Podría estar horas y horas
hablando del Barcelona o de recuerdos de algunos jugadores pero creo que me voy
a poner a leer un libro. Veremos lo que me dura. Otro dia un poco más del Volador holandés.
«El fútbol es
sencillo, pero el fútbol sencillo es lo más difícil de conseguir que existe»
La fiebre por Cruyff me hizo ir de Salou (de vacaciones) a un Barça - R Madrid.
ResponderEliminarAutopista atascada, parados, el partido empieza, pregunto al coche de al lado: ¿para ir al Camp Nou?..segunda salida a la izquierda, salimos y paramos en un aparente barrio señorial, no se veía a nadie y el partido empezado, a lo lejos dos niños de 8 ó 20 años, les preguntamos y....uuuffff está pallá pero muy lejos...te acuerdas del padre y madre del que me mandó salir por la segunda salida y... ¿sería del Madrid? seguro.
Llegamos en un taxi y cuando nos sentamos..Terminó el primer tiempo...mereció la pena disfrutarlo en persona, ver su figura esbelta, parecía un bailarín de Ballet Clásico...estéticamente con Bekenbauer lo más plástico y elegante que vi en un campo de futbol. También lo vi en la “Catedral”.